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Por PEPE FORTE/editor del Canal de Autos de iFriedegg
y conductor del programa radial de automovilismo AUTOMANIA,
que se transmite desde el año 2009 cada sábado desde las 12:00 PM ET
por WQBA 1140 AM, una emisora de UNIVISION AMERICA
.
Miembro fundador de SAMA.

 

Las fotos son del autor (tomadas con la veterana Canon 10D de sólo 6.3MP),
excepto las de archivo y las identificadas como ajenas con un punto rojo.

Posted on May 25/2015 • Aired live! on AUTOMANIA, May 30/2015.

NO ES INUSUAL que el evento de exposición a la prensa especializada de un modelo rediseñado desborde su propio marco y al coche en sí, pero tampoco es tan frecuente. ¿Qué significa esto? Pues, que el lanzamiento no sólo expone al flamante vehículo, sino que sirve de plataforma para revelar cambios importantes de la marca para un futuro inminente o a mediano plazo. Eso es lo que esta vez ha ocurrido con la presentación de la nueva edición del Volvo XC90 del 2016, que no sólo encarna uno de los más revolucionarios rediseños de cualquier otro vehículo de la panoplia de autos del fabricante sueco, sino que en este caso representa una vitrina de lo que en tecnología y estregias de mercado veremos de la firma desde ya, hacia un destino cercano. Según los ejecutivos de Volvo, la avanzada de diseño es tan intensa que en apenas cuatro años este mismo XC90 será el modelo más viejo entre sus hermanos.

En la mañana del lunes 18 de mayo del 2015 volamos non-stop desde Miami a California, concretamente a Los Angeles, en cuyo aeropuerto fuimos recogidos por los organizadores del evento y conducidos a la hermosa —y siempre trendy— área de Santa Mónica, que nos hace recordar nostálgicos a nuestra Ocean Drive en Miami Beach.

Tan pronto como arribamos al hotel, tuvimos la posibilidad de probar uno de los dos modelos, el T8, la versión híbrida del coche, en una breve vuelta dentro de la ciudad, con punto de partida desde nuestro hospedaje.

Tras esta sesión de manejo previa a las 6 de la tarde, llegó el momento de socializar antes de ser agasajados con la acostumbrada cena de bienvenida en un rústico  restaurant plantado sobre la arena junto al mar en el área de Malibu, para un verdadero festín de mariscos.

Allí,  pudimos conversar con ejecutivos y técnicos de Volvo, en anticipación a la presentación principal que nos aguardaba para la mañana siguiente.

Pero antes de asomarnos al plato fuerte, historiemos primero a modo de imprescindible introducción, al Volvo XC90.

Este es el Volvo XC90 del 2002, perteneciente a la primera generación, y que entonces pudimos probar.
 

El XC90 es —y fue— el primer crossover de Volvo. Debutó a principios de  este siglo —puntualmente en el 2002— en plena fiebre de los SUV's, aquella que llegó a niveles epidémicos (tuve por entonces unas jadeantes pesadillas con un monstruoso Ferrari utilitario con tracción en las 4 ruedas y un clearance de 9 pulgadas), y cuya estampida arrancó a finales de los años 90. Ironías aparte, Volvo parecía la compañía ideal para tener su propio SUV. En realidad, hasta llegamos a pensar que la introducción del 90 era incluso tardía...

El XC90 parecía una natural evolución de los proverbiales niveles y tecnologías de seguridad —pioneros, típicos y exclusivos— de la firma— , y también el lógico hijo de nuestro adorado Volvo Cross Country 70 (eso es precisamente lo que significa el acronismo XC).

Como la película The Godfather —y también el pan calentito recién horneado—, el XC90 fue un best-seller instantáneo... incluso de la demográfica femenina, que lo interpretó como un vehículo de familia a falta de una minivan de Volvo.

De aquel XC90 el lector puede consultar en este mismo website un apasionado review escrito por este servidor, ponchando ahora sobre esta línea, que fue publicado en la más importante media plana y electrónica de entonces, dedicada al universo automotriz.

Poco después, Volvo subió la parada con la versión V-8 del vehículo, en el 2005, animada por un motor de Yamaha que nos hizo redoblar nuestro entusiasmo, reflejado en artículo de la firma de este editor, que igualmente puede apreciarse pulsando aquí para el review en iFriedEgg.com. Por todo eso nos dio alegría hallar en la ruta de prueba integrado a ella, un XC90 de los primeros (foto inmediatamente debajo):

Mas luego, con más y más entries de otras marcas al segmento, el XC90 se fue empantanado, y en general Volvo comenzó una inquietante marcha de invisibilidad —¡oh, esos malditos fabricantes sudcoreanos... grrrr!—, como el personaje de Marty en Back to the Future cada vez que, de visita en su propio pasado, no podía garantizar su futura existencia y comenzaba a disolverse (por cierto, este año se cumplen 30 años de la película... ¿será por eso que Volvo planea volver al futuro?). 

Así las cosas, el lanzamiento del Volvo XC90 del 2016, totalmente rediseñado, no sólo significa una vigorosa edición del vehículo, sino un renacimiento en general de la firma y de su porvenir inmediato, a través de una nueva visión. El XC90 del 2016 es —así nos parece— el DeLorean del enloquecido Doc, que nos garantiza un vuelo sobre el horizonte perspectivo de Volvo y su regreso al futuro.

Para este despegue, Volvo se apoya en elementos puntuales. Como el motor, para empezar.
He aquí una de las piezas del prólogo que representa el XC90 como avance de los diversos capítulos por venir para otros modelos: Volvo ha estrenado en el XC90 un 4 cilindros de 2.0 que será el único empleado en todos los coches de la firma (para más detalles del motor, presione justo sobre esta línea a capítulo aparte dedicado exclusivamente a él). Esta jugada, sin duda de esencia globalizadora, aceita la producción de los autos de Volvo donde quiera que éstos se hagan, ya que ahora, poniendo de lado su histórica reticencia a tener otras facilidades en el mundo que no fuesen la matriz de Göteborg en Suecia y la de Bélgica, la marca hace sus coches también en China y en la recientemente anunciada ensambladora en Estados Unidos. Esto significa, como anticipamos encima, que Volvo será una marca de cariz global de pies a cabeza no sólo por la múltiple ubicación y presencia geográfica en el planeta, sino por dotar a todas estas facilidades con una partitura tecnológica única a interpretar.
En lo que respecta al diseño del vehículo, tenemos que aproximarnos antes a su interior, pues durante décadas, los coches de Volvo han sido más cosa de "por dentro que por fuera". Específicamente en su habitáculo, Volvo define el recinto vital del XC90, es decir, su cabina, como un "santuario escandinavo" —claro que sobre ruedas, apuntamos nosotros— y esto es otro avance de cómo serán ahí los demás Volvos de al torcer de la calle. Lo más auténtico, hermoso y práctico de la mentalidad nórdica de diseño ha sido resumido en su interior; éste es bello, funcional, razonado y ergonómico, con la facilidad de uso en mente. De nuevo, el lector puede (y debe) ampliar la información al respecto en acápite aparte haciendo clic sobre esta línea (un capítulo dedicado al INTERIOR del XC90).

Por fuera el XC90, aunque los ejecutivos de Volvo lo describen como dramáticamente cambiado, a nosotros no nos lo parece tanto. Se le nota el ADN del modelo que se marcha... la 'caja' de la carrocería nos recuerda al saliente 90 pero (of course) que es distinto —al menos como en esos viejos acertijos de las revistas del pasado de Halle las 7 Diferencias—, y estos detalles diferenciadores tienen su grito de guerra en puntos precisos...

...tales como, para empezar, las luces posteriores; es cierto que éstas siguen deslizándose verticalmente en las columnas traseras del auto que escoltan la puerta final de acceso al tercio de carga—, pero cuando encendidas o anunciando el frenado, la distribución de la luz es distinta, más hermosa, más luminosa y con un perfil que simula un tatuaje.

El morro del auto, visto de lado, ha abandonado la línea en receso inclinada hacia el parabrisas, de moda hace 10 años, para optar por la alzada vertical, very in hoy, que le prodiga un look más muscular, masculino.

Esta nariz, coronada por una nueva parrilla, más hermosa, más grande y más Volvo, es de barras verticales gris mate e imita —así creemos— la rudeza del hierro colado en una ruda fragua.

Sin embargo no puede ocultar su base de plástico; habría preferido que se separase un poco más de ese aspecto pero, caray, tampoco llega a apariencia de juguete (ya saben que en la Tierra no hay auto perfecto).

Mas el momento cumbre del styling del flamante XC90 son sus lámparas delanteras de circulación diurnas, que imitan una letra T dispuesta horizontalmente. ¿La silueta de un martillo pues? Yep... eso mismo.

En Volvo le llaman the Thor's Hammer, o sea, el martillo de Thor, el viril Dios nórdico del rayo.

Así como Nissan ha echado mano a las lámparas con silueta de boomerang en sus coches y se identifica a través de ellas, es probable que este diseño de martillo (y ¡por Dios! que no lo junten a la hoz) lo veamos en más autos de Volvo.

El XC90 se apoya en la herencia también: las líneas diagonales del bumper tienen su razon:

Reinterpretan las del hermoso cupé de Volvo de 1957, el original P1800, que vemos inmediatamente debajo:
Y ya que hablamos de diagonalidades... el logo de Volvo del círculo con la saeta diametral que coincide imaginariamente en un reloj con la hora 02:00 y que representa en Química el signo del hierro, y en Astrología y Astronomía al planeta Marte, siempre ha estado asociado en la parrilla a una línea diagonal que igualmente identifica a la marca y que ha tenido en el pasado diversos ángulos oblicuos. En esta ocasión, esa diagonal atraviesa diametralmente el círculo, no en yuxtaposición, sino sobreponiéndose a la flecha.

En el saliente XC90, las líneas discrepan en ángulo. Esta explicación la ofreció magistralmente en su conferencia el estilista John Kensey.

El XC90 es grande. Al practicar la sastrería en torno a él hallamos que mide 194.8 pulgadas de largo (o sea, unos 16 pies); 84.3" de ancho (7 pies); 69.9" de alto (5 pies y 3/4), y 117.5" de distancia entre ejes (casi 10 pies).

Y la seguridad... ¿cómo habría de quedarse atrás en un producto de Volvo? El XC90 combina varios softwares que auxilian en la conducción autónoma, y además estrena elementos de protección a sus ocupantes, como las butacas delanteras que en caso de accidente acomodan el tronco para prevenir fracturas lumbares.

Para detallar  el asunto le hemos dedicado otro capítulo aparte (SEGURIDAD), al cual se puede acceder cliqueando sobre esta línea en azul.

El XC90 se divide en dos grandes sabores: el T6 y el T8.

El T6 es el modelo capacitado exclusivamente con el motor de gasolina ya mencionado. En el caso del lanzamiento, todas la unidades de prueba para el evento fueron de color negro, mientras que las del T8, blancas.

Eso fue apenas un detalle cuasi anecdótico para el evento.

Volvo asegura que venderá más modelos de gasolina que del híbrido.

Precisamente el T6, el de gasolina, fue el que todos los periodistas más manejamos.

Hicimos un recorrido de unas 200 millas a bordo del 6, por las más importantes autopistas de California y los llamados freeways de LA, partiendo desde Santa Monica y cruzando los bellos pasajes de Malibu, así como las tortuosas carreteras de segundo orden atravesando Ojai —en el valle del mismo nombre— en el condado de Ventura, al Noroeste de Los Angeles.

Como siempre, para dejarlo "registrado para la historia", fotografiamos una gasolinera con sus precios.

Nos habría gustado que un segmento del recorrido hubiese sido off-road, es decir, sobre terreno no asfaltado para poner a prueba la transmisión AWD del XC90, su clearence y su suspensión, sin embargo tal no estaba contemplado... aunque en el camino siempre pudimos desviarnos de la ruta oficial para entrar unos metros en algún sendero de tierra para ensayar ahí el vehículo.

En el caso personal de este periodista, como a veces suele suceder en los eventos, esta vez manejamos solos, apoyándonos en la programación del GPS.

Cuando se maneja así, perdemos la opinión del colega que nos acompaña, pero en recompensa nos permite conducir más millas y más tiempo. Así, concluimos que el XC90 garantiza una magnífica posición de manejo que provoca a largas horas de conducción seguramente sin fatiga, mientras percibimos que la aceleración es tan fluida y potente que no nos hizo extrañar para nada los 6 ú 8 cilindros de otros Volvos que durante tiempo hemos probado y nos han complacido muchísimo. Señores: se trata de un vehículo grande, de porte, a pesar de lo cual es movido vigorosamente por un motor de 4 cilindros y sólo 2 litros...

Tras el de manejo del vehículo en el evento, sólo esperamos completar la experiencia cuando nos toque conducirlo por una semana. Pero sirva este análisis de botón de muestra para manifestar nuestro entusiasmo por tan reanimado XC90.

Respecto del T8, la versión híbrida del Volvo XC90 del 2016, a éste le hemos dedicado una capítulo aparte en esta misma prueba de manejo, la cual puede abordar en este instante el lector de oprimir con el cursor sobre esta línea.

Los cortes del T6 son tres, y responden a los nombres de Momentum, Inscription, y R-Design. El Momentum se halla en la parte baja de la escala, y el R-Design en la alta. La gama de precios promedia entre unos $45 mil y casi $53 mil dólares, pero según agregados, esta etiqueta incrementa. Por ejemplo, la unidad que probamos en California (la T6 AWD Inscription), terminaba en $66,705. Y tenemos que recordar que el T8, híbrido, es más caro.

Para los puristas: el Volvo XC90 del 2016 no está fabricado en China. Al lector que le preocupe que la firma sueca esté actualmente bajo la égida de una automotriz de ese país, no debe dejar de consultar —acaso para su tranquilidad— un abordaje al asunto que hicimos con el ejecutivo Lars Lagstrom, en un capítulo por separado de este review, y al que puede llegar ya mismo de ponchar sobre esta línea.

La receta del XC90 se cocina en la planta original de Volvo en Gothenburg, en Suecia, el motor es sueco, 50% de sus partes y componentes son suecos, y la transmisión es japonesa.

Creemos firmemente que Volvo necesitaba esta revitalización. No sólo en el XC90 en particular, sino en general, para el resto de los modelos. La firma sueca está sacudiendo su paleta de vehículos, que pretende consolidar, mientras que el porvenir más cercano encierra sorpresas. De seguro veremos algunas desapariciones (apostamos porque el XC70 Cross Country no está en la lista de los dinosaurios a extinguir), pero ello será un mal necesario, al tiempo que modelos nuevos redefinirán una marca que continúa mereciendo toda la admiración del mundo.

 
A CONTINUACIÓN, MÁS FOTOS DEL VEHICULO Y DEL EVENTO: